ILIADA EDICIONES – DÉCIMO ANIVERSARIO – DOSSIER


Amir Valle - Escritor y Periodista. Fundador y director de Ilíada Ediciones. En su oficina, con los libros de Ilíada detrás, Berlín, 2025.

Amir Valle – Escritor y Periodista. Fundador y director de Ilíada Ediciones. En su oficina, con los libros de Ilíada detrás, Berlín, 2025.


YA HAN PASADO DIEZ AÑOS desde que Ilíada Ediciones inició su andadura. Miro el resultado y me parece increíble, pues cada libro ha sido un reto, profesional y económico. Novelas, cuadernos de relatos, antologías personales y temáticas de cuento, poemarios, memorias, ensayos históricos, compilaciones analíticas de literatura, ensayos cristianos, libros de periodismo, ediciones bilingües (español/inglés) y trilingües (español/francés/inglés), traducciones desde el alemán gracias a financiamientos culturales… Nombres clásicos de las letras españolas y latinoamericanas como José Luis Muñoz y Salvador García Jiménez (de España), Fernando López y Javier Chiabrando (de Argentina); Bernardo Neri Farina, Javier Viveros, Esteban Bedoya y Milia Gayoso Manzur (de Paraguay); Marco Tulio Aguilera Garramuño y Carlos Vázquez-Zawadski (de Colombia); Juan Manuel Villalobos (de México); Luis Pulido Ritter (de Panamá), Manuel Neto Dos Santos (de Portugal); Gisela Kozak (de Venezuela), Antonio Álvarez Gil, Manuel Gayol Mecías, Carlos Esquivel, Emerio Medina, Alberto Garrido, José M. Fernández Pequeño y Waldo González López (de Cuba)… hasta «iniciados» de altísimo nivel como Johan Ramírez (de Venezuela), Ulises Laertíada, Grizel Delgado y Alonso Burgos (de México), o los cubanos David Martínez Balsa, Lisbeth Lima, o Milho Montenegro. Todo ello siguiendo el perfil editorial de diseño que concebimos durante las primeras conversaciones en 2014 con los diseñadores Tobías y Thomas Hirsch, acompañados con el logo del ilustrador y caricaturista cubano Maikel García, y siempre tras la rigurosa selección de una comisión evaluadora integrada por siete escritores hispanoamericanos socios de mi publicación OtroLunes-Revista Hispanoamericana de Cultura. Y con el apoyo promocional de proyectos culturales amigos de Ilíada Ediciones: Teresa Cosci y Andenbuch; Germán Restrepo y la librería La Escalera; José Luis Pizzi y el Salón Berlinés, y el Instituto Cervantes en Berlín y otras ciudades alemanas y europeas. Y mucho por hacer. Porque Calderón de la Barca solo tenía parcialmente la razón: “los sueños, sueños son”, siempre que uno no luche por hacerlos realidad.

Pasen y lean, entonces, algunas de las opiniones de los escritores de Ilíada.


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ILIADA EDICIONES: 10 AÑOS DE EXCLUSIVIDAD Y LOCURA

Por Amir Valle, palabras de editor.

Publicado en Revista Desbandada, Berlín, 13 de mayo de 2015

Un real acto de locura. Esa es la única definición, en los tiempos que corren, de emprender un proyecto editorial. Y lo es por muchas razones: porque según los últimos estudios, los índices mundiales de lectura descienden estrepitosamente cada año; porque, además, los índices de calidad de lo que se lee cae también cada año más de un 7%, es decir, se lee menos y peor; porque, según especialistas de mercado, hoy un libro puede considerarse un bestseller si logra vender 500 ejemplares; porque asumir un proyecto editorial es cada vez más un acto comparable al suicidio profesional y económico… y un largo etcétera.

Pero hay sueños que uno persigue, o no sabría decir si son los sueños los que nos persiguen. Y en mi caso, hasta que Cuba quedó atrás, allá en el Caribe, en octubre de 2005, hubo dos sueños que no podrían cumplirse: tener mi propia revista literaria y una editorial en la que yo pudiera publicar los libros que consideraba verdadera literatura. Es esa otra de las limitaciones de vivir en un sistema que monopoliza hasta el aire que se respira: la política cultural de la Revolución no permitía (ni permite) revistas ni editoriales que no fueran creadas, financiadas y controladas por las instituciones culturales oficiales.

Y así fue que, en una visita a Madrid, en el año 2007, fundé junto al escritor cubano Ladislao Aguado OtroLunes – Revista Hispanoamericana de Cultura, mi propia revista trimestral, que hasta la fecha tiene publicados 65 números. Cumplido ese primer sueño, comencé a investigar qué necesitaba para realizar mi otro sueño, el de la editorial (y entiéndase que eso, en un país de burócratas genuinos como Alemania es, más que un reto, un claro signo de ingenua demencia). No suelo hablar de los traspiés, pero los hubo; ni me gusta recordar los encontronazos con cierto sector de la intelectualidad alemana que no veía bien que un “traidor a la Revolución Cubana” intentara llevar adelante una idea prohibida en la isla por ese “paraíso social”, pero fueron también muchos los choques. Prefiero hablar de quienes permitieron que no me rindiera: Peter Faecke, mi editor alemán, y su “si yo tengo mi editorial, tú puedes tener la tuya”; o la escritora y ex vicepresidenta del PEN Club alemán, Karin Clark, y su “si estás en este país es para que logres lo que en Cuba no te permitieron”, o las tres administraciones del PEN Club alemán, cuyo aliento y confianza en mi capacidad como editor fue vital. Finalmente, todo se concretó un 15 de mayo de 2015 cuando al proyecto editorial de unos amigos editores alemanes pude colocarle el sello de mi propiedad –léase que compré del modo más capitalista posible los derechos a ponerle el nombre que siempre soñé: Ilíada Ediciones, que comenzó su andadura sobre los principios que años atrás había concebido en aquella pretensión original “made in Cuba” de fundar mi propia editorial. Más que editar para vender, deseaba entonces (y deseo aún) engrosar un exclusivo catálogo de excelencias literarias, incluso sabiendo que vivía ya (y vivimos todavía) en una época donde la gran literatura estaba siendo desplazada –sobre todo en las grandes casas editoriales del mundo, trátese del idioma que se trate – por un aluvión de perpetraciones literarias, eso sí, muy comercializables.

Durante la presentación en España de la antología de cuentos personal del escritor español Juan Calderón Matador, 2018.

Durante la presentación en España de la antología de cuentos personal del escritor español Juan Calderón Matador, 2018.

Ilíada Ediciones, entonces, además de la realización de un anhelado propósito como intelectual, es la criatura que como escritor deseaba liberar para que corriera por el mundo: el espacio de esas libertades que durante más de veinte años (es decir, la mitad de mi carrera profesional) me habían sido arrebatadas por la intolerancia y la ceguera ideológica de los comisarios de la cultura en mi país. Por ello, una de las columnas de la editorial ha sido buscar aquellas obras que reflejen la esencia real y controversial de cada nación, ya sea Argentina, Colombia, Cuba, España, México, Paraguay, Perú, Portugal, Venezuela, los países que hasta la fecha han entrado en nuestro catálogo a través de los 197 autores que hemos publicado. Por ello, otra de las columnas es la diversidad temática y estética de las 235 obras editadas hasta la fecha; diversidad que nos fue obligando a incorporar nuevas colecciones a las originalmente clásicas de poesía (Marejadas), narrativa (Caribdis) y ensayo (Cuadernas). Y en la base de la selección, la inclusividad: no importa que se trate de una mujer, de un negro, de un homosexual, de un ateo o un creyente; importa la calidad literaria, la originalidad de la propuesta, ese respeto hacia la literatura como expresión del pensamiento y la sabiduría humanas, en todas sus modalidades. Columnas esas que definen el perfil de una editorial que, aunque obviamente a muchos no les guste, da muchas evaluaciones negativas y poquísimas positivas. Una editorial que intenta complacer a los autores más allá de las ventas de sus libros, asumiendo gastos por los que otras editoriales independientes cobran: envío de ejemplares al autor sin que importe el país en el que viva; presentaciones varias en Europa y en el país del autor; presencia de los libros (y algunos autores) en ferias internacionales; promoción y publicidad en medios de prensa impresos y digitales (pagada, por cierto, gracias a pequeños financiamientos y donaciones de instituciones culturales asociadas); envío de ejemplares de cortesía a la prensa especializada, a sabiendas de que cada vez más es tirar el dinero porque esa prensa suele priorizar a las grandes casas editoriales y sus bodrios comerciales, etc.

Con el escritor mexicano Alonso Burgos,. Presentación de su libro de cuentos en Andenbuch, Berlín, 2019.

Con el escritor mexicano Alonso Burgos,. Presentación de su libro de cuentos en Andenbuch, Berlín, 2019.

“¿Cómo es eso de que hayas publicado 235 libros de 197 autores? No da la cuenta”, escribió un lector al ver el promocional de los 10 años que cumplimos este 2025. Pregunta que me permitió alardear: “no debemos hacerlo tan mal, cuando 36 escritores, de ellos varios nombres importantes de las letras latinoamericanas, han decidido repetir publicación en Ilíada Ediciones”, escribí. Aunque las ventas hayan sido escasas. Aunque se agoten cada mes los recursos de la editorial –léase básicamente esa parte de mi salario mensual que desvío hacia la editorial en contra de la voluntad de mi familia. Y aunque el entorno sea controvertido: un país donde la escena cultural en español crece año por año, en medio de un desinterés del ciudadano alemán hacia temas que no tengan el exotismo y la erótica tropicalista con el que suelen mirar la realidad de nuestros países, algo que en el caso de Cuba, y de las obras de temas cubanos habría que añadir la nostalgia del paraíso socialista sobre la tierra –Cuba como último bastión del sueño de la dignidad humana, bloqueada por el gigante del Norte– y el efecto pernicioso de la propaganda “revolucionaria” emitida en Europa desde La Habana, que cataloga de “falsas”,  “extremistas” e incluso “mercenarias”, las miradas críticas al proceso social en la isla.

En España, durante la presentación de las novelas de dos autores: el cubano Antonio Álvarez Gil y la rusa Galina Álvarez, 2019.

En España, durante la presentación de las novelas de dos autores: el cubano Antonio Álvarez Gil y la rusa Galina Álvarez, 2019.

Quevedo, ese poeta olvidado que, no obstante, escribió allá por la década del 1600 una de las grandes verdades del mundo en que vivimos ahora mismo: “poderoso caballero es Don Dinero”, es la más cotidiana referencia en los intentos de distribuir los libros de Ilíada Ediciones en Alemania y en otros países del mundo. A los altos costes de impresión y envío que cobran Amazon y otras plataformas que brindan los servicios de impresión bajo demanda, hay que sumarle la reacción irracional de la mayoría de las librerías que, argumentando que luchan contra el monopolio de Amazon, se niegan a recibir libros de editoriales independientes publicados en estas plataformas en internet y, cuando los aceptan, quieren cobrar a esas editoriales las mismas comisiones que exigen a los grandes sellos y monopolios del libro. Pese a un hecho indudable: buena parte de la mejor literatura se está publicando en casas editoriales independientes que han visto en las plataformas de impresión bajo demanda una posibilidad de enfrentarse a la decadencia literaria y a la voracidad comercial impuesta por los grandes grupos editoriales, las librerías no han logrado lamentablemente concebir fórmulas que incorporen las producciones de las editoriales independientes, salvo casos excepcionales de libreros que apuestan por la calidad literaria más que por el dinero (no recuerdo, por cierto, haber escuchado nunca a ningún librero quejarse de la estructura monopólica establecida por décadas enteras en la que ellos resultaban muy favorecidos económicamente, ganando siempre mucho más que los autores).

En Murcia, España, el escritor español Salvador García Jimenez presenta su novela "Locura celestial de San Juan de la Cruz".

En Murcia, España, el escritor español Salvador García Jimenez presenta su novela «Locura celestial de San Juan de la Cruz».

Y así, en ese contexto, ya han pasado 10 años desde que Ilíada Ediciones inició su andadura. Miro el resultado y me parece increíble, pues cada libro ha sido un reto, profesional y económico. Novelas, cuadernos de relatos, antologías personales y temáticas de cuento, poemarios, memorias, ensayos históricos, compilaciones analíticas de literatura, ensayos cristianos, libros de periodismo, ediciones bilingües (español/inglés) y trilingües (español/francés/inglés), traducciones desde el alemán gracias a financiamientos culturales… Nombres clásicos de las letras españolas y latinoamericanas como José Luis Muñoz y Salvador García Jiménez (de España), Fernando López y Javier Chiabrando (de Argentina); Bernardo Neri Farina, Javier Viveros, Esteban Bedoya y Milia Gayoso Manzur (de Paraguay); Marco Tulio Aguilera Garramuño y Carlos Vázquez-Zawadski (de Colombia); Juan Manuel Villalobos (de México); Luis Pulido Ritter (de Panamá), Manuel Neto Dos Santos (de Portugal); Gisela Kozak (de Venezuela), Antonio Álvarez Gil, Manuel Gayol Mecías, Carlos Esquivel, Emerio Medina, Alberto Garrido, José M. Fernández Pequeño y Waldo González López (de Cuba)… hasta «iniciados» de altísimo nivel como Johan Ramírez (de Venezuela), Ulises Laertíada, Grizel Delgado y Alonso Burgos (de México), o los cubanos David Martínez Balsa, Lisbeth Lima, o Milho Montenegro. Todo ello siguiendo el perfil editorial de diseño que concebimos durante las primeras conversaciones en 2014 con los diseñadores Tobías y Thomas Hirsch, acompañados con el logo del ilustrador y caricaturista cubano Maikel García, y siempre tras la rigurosa selección de una comisión evaluadora integrada por siete escritores hispanoamericanos socios de mi publicación OtroLunes-Revista Hispanoamericana de Cultura. Y con el apoyo promocional de proyectos culturales amigos de Ilíada Ediciones: Teresa Cosci y Andenbuch; Germán Restrepo y la librería La Escalera; José Luis Pizzi y el Salón Berlinés, y el Instituto Cervantes en Berlín y otras ciudades alemanas y europeas. Y mucho por hacer. Porque Calderón de la Barca solo tenía parcialmente la razón: “los sueños, sueños son”, siempre que uno no luche por hacerlos realidad.


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NUESTRA ILIADA EN BERLÍN: DIEZ AÑOS DE UNA EPOPEYA COTIDIANA

Por María del Carmen Ares Marrero, escritora y dramaturga, Cuba.

Publicado en Revista Desbandada, Berlín, 13 de mayo de 2015

Hace diez años, en medio del fragor de este exilio nuestro, obligado y compartido, vio la luz Ilíada Ediciones. Nació como nacen todas las palabras que están por decir: inevitablemente. Era el sueño de un hombre al que habían condenado —que había estado en el ojo del tiburón, él y su familia— por tener sueños, sí, por esa naturaleza suya valiente, de luchar por la justicia, por la libertad de la palabra. A muchos les parecía algo quimérico, tal vez quijotesco. Pero para Amir Valle no hay sueños inalcanzables, así que comenzó a poner pilares profundos, y sobre ellos, el título de su epopeya: Ilíada Ediciones. Hoy celebramos, junto al autor y gestor de esta prestigiosa editorial, diez años de existencia, de arduo trabajo y de producciones hermosas que ostentan todo el nivel literario del que debe preciarse una buena editorial. En esta tierra adoptiva donde la lengua de Goethe nos conmina, gozamos de este oasis que nos alivia. Sí, aquí levantó Amir la fragua donde cinceló cada centímetro de su caballo de Troya, el que llenó luego con pasión, hojas, papel, lápiz y su arte especial de decir, de hacer; un arte que invita a la reflexión más profunda, más honesta, más valiente, que inspira. Sobre todo, lo llenó de su AMOR, con mayúsculas; de su fidelidad a la buena literatura.

Yo podría decir muchas cosas loables de Amir, a quien considero, en primer lugar, un gran ser humano. Amir es también un hermano mayor —aunque en edad yo le lleve años—, un referente, alguien a quien suelo acudir cuando tengo que tomar decisiones importantes, definir líneas y estrategias políticas, o simplemente cuando necesito una frase que se convierta en abrazo. Eso hacen los hermanos. Su familia es mi familia.

Amir es admirable por su tesón, su entrega, porque es incansable. Todos sabemos que es un escritor multipremiado, que su propia producción es prolífica, que es un lúcido analista político, un periodista experimentado, alguien que, gracias a su arte mesurado y certero, inspira respeto. Si hay algo que me siento obligada a mencionar, pues lo considero un mérito que le debemos, es la dedicación y el trabajo que posibilita que hoy pueda hablarse, incluso en los medios, con precisión, de la cruenta dictadura comunista que asfixia y destruye la isla de nuestro nacimiento. Amir ha entendido como nadie el modo de esclarecer y desmantelar la farsa que hostiga nuestra existencia, sin apelar al odio. Si existe esa editorial es porque esa misma dictadura nos condenó a un exilio sin regreso. Ilíada Ediciones es un espacio creado para decir verdades prohibidas en la isla.

Han sido décadas de opresión, tergiversación, deconstrucción de esa verdad, propaganda castrista, recursos dedicados a enceguecer la razón de la gente con promesas falsas. Eso nos ha afectado profundamente como nación. En Europa, aquí en Alemania, hay quienes insisten en la nociva ilusión de defender el totalitarismo, el terrorismo de Estado que el régimen de La Habana perpetúa: el hambre, la indignidad. A esos, Amir les ha ofrecido el prisma de la justicia y el humanismo, con los argumentos más elocuentes. Él no es de los que edulcora frases para agradar a nadie: es de los que trabaja duro en la fragua. En ella tienen cabida su familia y sus amigos, la creatividad, la fidelidad, la transparencia, la bondad, la promoción, todo lo que tenga que ver con hacer el bien, con el ejercicio del AMOR.

A esas cualidades se suma la del editor, por quien hoy levanto mi copa. Celebrar al EDITOR y los diez años de existencia de Ilíada Ediciones es una alegría indecible. Amir es un hombre incansable, atento a cada detalle, respetuoso; un editor que propone, enseña, analiza y discute hasta la saciedad, porque la responsabilidad de imprimir un libro es inmedible. Al tiempo que blande la espada afilada del rigor literario, sabe también conceder la licencia que toda obra necesita para alcanzar su singularidad. Es un descubridor de talentos, un acompañante, un maestro que insufla seguridad y transmite, enseña a pensar, que invita a activar el cuerpo, las neuronas y el alma, en virtud de ese arte mayor que es concebir y pulir la palabra. A pesar de sus largos años de experiencia, mantiene la modestia. Sobre todo, si habla de poesía.

Si he de contar la historia de mi libro Berlinando, esa compilación tan entrañable que inició la colección de poesía MAREJADAS, debo decir que durante mucho tiempo Amir estuvo animándome, corrigiendo textos, evaluando ese caudal de angustias, rabias, inspiración, necesidades que yo había acumulado en archivos durante años o publicado muy esporádicamente. Amir hizo respirar esos versos, esa prosa en imágenes, que reposaba a la sombra. Todo ese trabajo encontró cuerpo, forma, vuelo. Amir confiaba en mi pulso y en mis dedos antes que yo misma. Así, Berlinario fue publicado después de un arduo proceso de cuidado. Fue escuchado, defendido, disfrutado… Y sé que, si un día se reeditara, volveríamos a esa labor exhaustiva e infinita de corregir, desarmar y reconstruir, de dilucidar cada decisión… porque hay miles de maneras de decir las cosas y todo está en constante cambio… Pero la alegría de la primera ilustración, de la primera carátula, de los primeros ejemplares donde se validaban mis «licencias poéticas» —el híbrido en que me había convertido tras décadas de vida en Berlín, la poeta que decidía poner los signos de interrogación o exclamación solo una vez, como se hace en alemán, la que apelaba a ser fiel a las palabras en alemán que vivían en sus estrofas— esa alegría, ese recuento, es algo que atesoro y recordaré siempre como si fuera un tercer parto.

En Ilíada se conjuga lo épico con lo íntimo, lo histórico con lo humano, el rigor con la flexibilidad creativa. Ilíada habla desde dentro porque, como dice su creador, ya no habitamos la isla, pero la isla siempre nos habita. No podemos despojarnos de nuestra semilla, y aunque nos arrancaran de raíz, cada despertar es un nuevo viaje a ella, porque nos salva. Ilíada Ediciones es eco de esa epopeya cotidiana, porque emerge del trabajo coherente, de ese que nos otorga fuerza conmovedora para convertir la rutina, la nostalgia, la confrontación cultural, en fragua donde dos culturas se custodian, interactúan, nos alimentan. Ilíada revela la majestad de la sencillez, de lo auténtico, de lo que no necesita fanfarria. Revela lo imprescindible, lo más bello: la gesta del diario quehacer, con la fidelidad silenciosa de escribir y editar a contracorriente. Ilíada es, en fin, un conglomerado de autores que creen en la palabra como acto de justicia… Como Ilíada, también tiene su “Odisea”: la de navegar en tiempos de desarrollo imparable de la tecnología y enfrentar sus posibles consecuencias. Pero Ilíada es una forja que genera amor como acto sagrado, como condición suprema. Creo que por eso Amir erigió esta editorial contra todas las banderas, porque es su territorio de libertad absoluta, de libertad ejercida en la palabra y a través de la palabra.

Gracias, Amir, por sostener el fuelle que mantiene la fragua encendida. ¡Vamos a por los próximos diez años!

LARGA VIDA
En la Iliada que vence la Odisea
No hay retorno para Ulises,
ni para el mismísimo Homero.
El arpista en su nueva ciudad
perpetúa el fuego. Editorial vergel,
refugio y tregua, isleta de remanso,
palmar y quiebra, molinillo que eleva los ojos
al éxtasis, al geranio, alto vientre de corcel.
Arpa celestial, Sturm und Drang del Sombrero!!!
Berlinario berlinés, nacido de la voz
Del Capitán que comanda en la cubierta.
Velero con rodal, turgente en la niebla
en cualquier oscuridad que se acumula
La rabia tiembla
Y tiembla la inhumanidad desquiciada
con su mancha ciega. Vencida ha de enterrarse
la impiedad con el arte colosal de la surgencia:
decirlo todo sin vendas! Sin bozal!
La espina dorsal de la verdad lleva las riendas
Atadas al cantor que surca el andamiaje tierno de una estrella.
Mañana saldrá el Sol a saludar las páginas de esta contienda
Colores sanguíneos que son trompetas, el arcoiris versado
Es el Pan que se alimenta del buen pan.
Semillas de espelta en la tierra del Dinkel Brot.
El Mal se cuece en la trastienda…
Se esconde su ulular en el cuello del pájaro
que echó a volar, en la cabeza de un pez
que puede respirar. En el fondo del Mar.
La ubicuidad del Mal VERSUS las piernas del horizonte…
La sal hace perdurar nuestra pelea.
Un día nos iremos en sombras de ciudad,
caerán las mazmorras, sus torres purpúreas
y sus piedras.
Nada debo lamentar. Ni siquiera el reloj con su tic tac
las campanadas hechas con las letras.
El sorbo puro del café que agrieta mi estómago con tretas.
Estoy despierta. Días, horas, años de izar las velas.
Las velas que se encienden, las velas que se asientan
se apagan velas que se hinchan y vuelven a surcar
los hemisferios de manos largas y duras lenguas.
Cada punzada vuelve a suplicar silencio y pena.
El follaje de la tinta tiene el dulzor de la lágrima
sedienta. Hoy, no habrá punto final. Celebrar
a la astuta semilla, solemnidad de la yerba.
La Ilíada venció nuestra Odisea.
Hoy hay que celebrar
La Ilíada venció nuestra Odisea.

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ILIADA EDICIONES: RECONSTRUIR UN MUNDO MÁS COMPLETO Y PLURAL

Por Grizel Delgado, escritora, México.

Publicado en Revista Desbandada, Berlín, 13 de mayo de 2015

Lo anterior suena bastante banal y sin chiste. Pero en realidad es la plusvalía de Ilíada Ediciones. Una editorial que garantiza la diversidad de voces creativas y temáticas. Y eso, hoy en día, en mundo donde cualquier frase, idea o historia puede tergiversarse, en un mercado que privilegia temas mediáticos y excluye discursos que pueden incomodar, es realmente la excepción. Basta con echar un vistazo a los diferentes títulos publicados en Ilíada Ediciones, un sinfín creativo de voces, temas, estilos, estéticas, preocupaciones, rostros. Gracias a ellos se puede reconstruir un mundo más completo y plural.

Por eso, ¡felicidades por estos diez años y el mayor de los éxitos para los siguientes diez!

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LA DIVERTIDA LOCURA DE FUNDAR UNA EDITORIAL

Por Walter Lingán, escritor, Perú.

Publicado en Revista Desbandada, Berlín, 13 de mayo de 2015

Una tarde cuya hora y clima no recuerdo, quizás hacía frío y probablemente iba envuelto en una casaca gruesa como si estuviera en el gélido Polo Norte, pero sí sé, con toda certeza, que fue en La Librería de Angela Barón en Bonn, en uno de los estantes encontré Santuario de sombras (2006) de Amir Valle, un autor cubano totalmente desconocido para mí, pero totalmente conocido en otras latitudes. Lo que anotaban en la contratapa del libro me convenció para llevarlo a casa y leerlo con una velocidad que solo les dedicaba a los manuales de medicina. Un quinquenio más tarde, quizás fueron seis años, tampoco recuerdo dónde ni la ocasión, lo cierto es que nos encontramos en Colonia, eso lo corrobora el libro Las raíces del odio (2012), que me lo dedicó con una firma rocambolesca fechada el 04 de julio del 2013.

Pasado el tiempo me enteré de que había publicado otras novelas con mucho éxito. Ricardo Bada me habló de los libros de Amir Valle, lo mismo que otros amigos. En Madrid, cuando presentamos «Diálogo de animales» con Juan Carlos de Sancho y Abdul Hadi Sadoun, se nos ocurrió llevar esta propuesta a otras ciudades europeas, pero nos asaltó la pandemia de la Covid-19 y frustró nuestros sueños. Cuando se habló de Berlín, Abdul, escritor iraquí, mencionó a su amigo Amir Valle y quedé sorprendido. Resulta que Amir había sido alojado en su casa madrileña apenas llegado al exilio. Y estuvimos en Berlín, en la librería La escalera, desde luego, le caímos de visita al escritor cubano. Fue una tarde cálida, desempolvando recuerdos literarios y sueños poéticos. También me enteré que tuvo la épica y divertida locura de fundar una editorial con homérico nombre: Ilíada Ediciones.

Diciendo dicen que crear una editorial implica, además de esa dosis de lucidez locura, una serie de desafíos y consideraciones que forma parte de esa patología psíquica de los emprendedores del sector librero. Sin duda, además de tener un equipo de asesores editoriales, es necesario una inversión mínima considerable, y alguien que diseñe una estrategia para irrumpir con fuerza dentro de un mercado cada vez más competitivo. Esto solo lo imagino. No sé cómo fue para Amir tomar esa tremenda decisión. Como editor y escritor seguro se propuso llenar de belleza al mundo, tuvo la intención de divertirse leyendo manuscritos, editando, diagramando, diseñando carátulas y organizando presentaciones de libros con el respectivo riego a raudales de vino, porque diciendo dicen los viejos que sin vino no hay literatura. Diez años después, a pesar del cansancio, está consiguiendo un triunfo gota a gota, satisfacciones desmedidas hechas a su medida. Asociado con el ecosistema de Amazon lo único que se ahorra son los viajecitos de representación por el mundo cada vez más global.

Mi acercamiento a Amir Valle empezó colaborando en su revista OtroLunes – Revista hispanoamericana de cultura. Como es un exiliado cubano sabía muy bien con qué pie pateaba, por eso, con cierto temor le presenté mis artículos sobre la producción literaria de los «migrantisch» pues yo me ubico en la esquina zurda del planeta a pesar de su redondez. Sobre ese aspecto nunca hemos conversado, y considero que no es ni será necesario. Bueno, hasta que llegó el momento de buscar editorial para Mis flores negras y otras indecencias, una suerte “de collage de mi largo trajinar vital y literario”, como anota Luis Fernando Cueto. Con muchas dudas y temores decidí preguntarle por la posibilidad de publicarlo en su sello editorial. La respuesta fue positiva. Mandé el manuscrito y con la santa paciencia andino-alemana, o bicerveza, o sea, viceversa con harta cerveza, me puse a esperar, pero no pasó ni siquiera unas semanas cuando el correo electrónico anunció que mi libro iba a cobrar vida y ponerse a caminar por los caminos del destino de la mano de Ilíada Ediciones – serie Caribdis.

Con esta primera década Ilíada Ediciones cierra un ciclo pleno de salud en la galería de todas las publicaciones, según confesión de Amir Valle, que suman 235 libros que corresponderían a 197 autores, en su mayoría cubanos, si es que no me equivoco, incluyendo dobleteros. Entonces, la acertada iniciativa de Amir Valle se encuentra en la senda para convertirse en la editorial berlinesa, léase alemana, de la diáspora literaria latinoamericana.

Desde mi rincón vienés le deseo éxitos por los diez años pasados y por lo que se viene en el futuro, pues creo que la tolerancia y pluralidad de Amir Valle serán la garantía para seguir ampliando la constelación literaria de Ilíada Ediciones. Como decía su paisano José Martí: «La literatura es la bella forma de los pueblos».

¡Brindemos por Ilíada Ediciones y que vivan los libros!


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ILÍADA Y YO

Por Luis González, escritor, Cuba.

Publicado en Revista Desbandada, Berlín, 13 de mayo de 2015

Berlín 2018. Presentación en Andenbuch de tres autores de Ilíada. En la foto, la librera Teresa Cosci, el italiano Giovanni Agnoloni, Amir Valle y los cubanos Luis González y Hendrik Rojas.

Berlín 2018. Presentación en Andenbuch de tres autores de Ilíada. En la foto, la librera Teresa Cosci, el italiano Giovanni Agnoloni, Amir Valle y los cubanos Luis González y Hendrik Rojas.

Mi primer contacto con Ilíada Ediciones —o, mejor dicho, con Amir Valle: el escritor, el maestro y su timonel— fue cuando mi esposa me arrastró, literalmente, a mi segundo curso de escritura creativa. Este se impartía en el Instituto Cervantes, era una clase semanal y mi único objetivo en aquel momento era domar mi prosa con lo que se conoce como Manual de estilo. Manual que, con el tiempo, fui moldeando a mi imagen y semejanza. Soy autodidacta. Mi escuela o técnica de aprendizaje —o como quiera que se llame eso— se apoya en tres pilares: leer mucho, escribir como un poseso y aprender en mis horas libres.

Si mal no recuerdo, éramos un grupo de ocho o diez estudiantes, que —para quienes conocen este tipo de experiencias— es bastante grande. Lo que sí no olvido es que estaba formado por una masa heterogénea: desde principiantes como yo, pasando por amanuenses y alquimistas literarios, hasta escritoras curtidas con algún que otro libro publicado. Nuestro factor común era que íbamos a beber de la misma fuente: Amir.

Evitaré el cliché de contar cómo me sentí en mi primer día de clases. Nos presentamos uno tras otro, cada cual, según su ego, y pude constatar que el académicamente menos preparado era yo. Sin embargo, Amir nos llamó a todos escritores. Sí, a todos, sin excepciones.

Solo que, cuando comenzó la clase, sentí que el piso cedía bajo mis pies. Estaba en un curso que no era para principiantes. El nivel era bastante alto. Lo digo porque, en cuanto comencé a escuchar términos como narrador equisciente, narrador deficiente o esclavo; los puntos de vista y su relación entre el espacio, el tiempo y la realidad; los de mira —que pueden ser cómplice, confrontativo o dialógico—; y las técnicas del enfriamiento narrativo… ¡Tuve que ponerme las pilas!

Y entonces, para salvar el abismo de conocimientos que se abría ante mí, me tocó leer “El dinosaurio” de Augusto Monterroso, “Un suceso en el río del Búho” de Ambrose Bierce, Paralelo 42 de John Dos Passos, y releer —para ver con otros ojos— a Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa y James Joyce.

Fue en la segunda clase… ¿o la tercera? Cuando, después de la pausa, Amir dejó caer que no tenía tiempo para leer en el aula los textos que algunos le habían llevado para escuchar su veredicto. Pero que, si queríamos, podíamos enviárselos por correo electrónico. Escribió su dirección en la pizarra, la dejó allí unos minutos y luego la borró porque necesitaba seguir escribiendo en ella.

Ese día llegué a casa y le conté a mi esposa lo de enviarle textos a Amir, y ella, enseguida, me dijo que sí, que era una oportunidad única de que un escritor de calibre me leyera y me diera su feedback. Al final, no perdía nada con intentarlo.

Claro… no perdía nada con eso. Solo que no me sentía preparado para que me destriparan. Y mucho menos si lo hacían en público.

Aun así, esa misma noche le envié un cuento. Creo que fue La estética de la guerra, una historia que cuenta la relación de un mercenario con un fotógrafo que cubre una de esas tantas guerras olvidadas. Aunque ahora mismo no estoy muy seguro si fue ese o no. Para mi sorpresa —o, para ser sincero, no tanto—, en la tercera clase Amir no me dijo nada. Con quien hizo un aparte fue con Henrick Rojas, un joven talentoso y multifacético que, más adelante, también publicaría en Ilíada. Ese día coincidió que otro gran talento cubano estaba en nuestra aula: nada más y nada menos que el director de cine Ricardo Bacallao, que estaba haciendo tomas para un documental sobre la vida y obra de Amir, titulado Amir Valle. Vida y coherencia. Se los recomiendo. Al final de la clase, cuando ya estábamos saliendo, Amir me retuvo unos segundos y me dijo:

—Leí tu cuento…

—¿Qué le pareció? —en aquellos días no me atrevía a tutearlo—.

—Mándame otro.

Y me dejó pensando.

Por cierto, en la película, en unas imágenes filmadas en un entorno de claroscuros, están recogidos esos segundos que no tenía ni idea serían tan importantes unos meses después.

Llegué a casa y mi esposa me esperaba sin dormir, expectante. Tan pronto cerré la puerta, preguntó:

—¿Y?

—Todo bien…

—Vamos, dime… ¿Leyó tu cuento?

—Sí.

—¿Y?

—Que le mande otro.

—¿Otro? ¿Eso es bueno o malo?

Me tomé unos segundos antes de responder:

—No lo sé. Voy a enviarle otro.

Y mi esposa, que tiene un olfato tremendo para dar en el clavo, me dijo:

—Mándale Hasta que se seque el Malecón.

Lo pensé. Respirando hondo, le solté:

—¿Tú crees?

—Dale. Mándalo.

Me senté a la mesa, busqué entre mis cuentos acumulados en una de las tantas carpetas de mi computadora y lo envié.

Ahora, que lo veo todo en retrospectiva, debí darme cuenta desde el principio de que no es lo mismo cuando un cuento comienza así: “Sí, era él. Ahí estaba con su cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante, la pierna izquierda al frente y apoyada firmemente sobre la tierra…” que cuando el inicio es este: “Antes tuve paz y sueños y tuve un Ford Mustang. Pero mucho antes tuve pesadillas. Por eso me fui, y cuando me fui, tuve la suerte de cumplir mis sueños”.

Y esa historia de amistad y sacrificio entre dos hombres que crecieron juntos en un mundo marginal, lleno de maldad, traiciones y desprecio, tocó las fibras del editor. Que, como buen cubano, conoce esa realidad, pero también es editor, y vio el potencial que había en ese texto. Entonces me pidió otros. Leyó —qué sé yo— más de una veintena de mis cuentos, y un par de semanas después me propuso publicar un libro con los mejores.

Seguramente saben que, quien escribe, tiene que buscar, correr detrás, hacer maravillas para que una editorial se tome el trabajo de prestarle atención. Que alguien se encargue de leer tus historias —más aún cuando no eres nadie en el ámbito literario— es como sacarse la lotería. ¿Qué te publiquen tu primer libro? Muy pocos lo logran. Pero como Amir nos cree escritores —sí, a todos, sin excepciones—, y esa fe sigue siendo la que lo guía, no esperó a que yo fuera hasta él, sino que fue él quien vino a mí.

Después tuve que enfrentar el proceso de preparación del libro. Pura artesanía. Hay que hacer montones de revisiones, discutir y aceptar cambios más o menos dolorosos, y remodelar, una vez más, todo por consideraciones de último minuto. Es terrible, pero muy sanador, porque te pone los pies en la tierra, te hace reconsiderar algunos criterios apresurados sobre cómo es la transición de un montón de hojas sueltas llenas de historias a un libro con su portada, lomo y tripas incluidas. Entiendes que publicar es cruzar tu propio Jordán, pero vale la pena cuando sabes que está listo y ve la luz.

Gajes del oficio fue el libro número veintidós que Amir publicó. Se presentó hace ya siete años en la librería Andenbuch, un bello rincón de Kreuzberg donde, cuando entras, no te dan ganas de irte nunca. Ese día también presentaron su obra Hendrick y Giovanni Agnoloni, el responsable de traducir los libros de Amir al italiano. La librería se llenó, leímos nuestros cuentos y nos sentimos arropados por un público entusiasta que compró nuestros libros, nos felicitó y pidió autógrafos.

Hoy estoy recordando todo esto y compartiéndolo con ustedes porque sigo escribiendo, sigo creando mundos, personajes e historias. Y lo sigo haciendo porque, un día, un novelista, periodista y creador reconocido dondequiera que va, premiado múltiples veces e impulsor del proyecto Iliadas Ediciones, me llamó escritor. Sí, escritor, así como suena. Pero no solo a mí, sino a todos los que ha guiado desde el dolor, los sueños y el afán de las ideas iniciales, hasta las galeras que los han convertido en tinta sobre papel.

Por eso, y por la enorme tarea de seguir publicando en una sociedad donde cada vez la gente lee menos —donde ya ni siquiera necesitas posar la mirada sobre una hoja impresa, porque te leen los libros al oído y hasta te los resumen para que no sientas la necesidad de buscarlos, de experimentarlos, de tocarlos, de tenerlos—, hay una editorial que sigue remando contra corriente y publicando. Esa editorial es Iliadas, y hoy la celebro y brindo por ello.

Muchas felicidades, Iliadas. Muchas felicidades, Odiseo, en tus diez años navegando en aguas crudas. Espero que llegues a cumplir muchos más con el mismo espíritu y la misma voluntad.

Porque hay quienes, a pesar del viento y las olas, siguen construyendo barcos de papel. Y en cada travesía improbable, en cada página que ve la luz, se manifiesta que los soñadores no se rinden, sino que trazan nuevos mapas que guían hacia una tierra que no será la prometida, pero habrá sido conquistada con nuestro esfuerzo y nuestros sueños.

¡Felicidades!


OPINIONES DE AUTORES EN REDES SOCIALES

ALBERTO GARRIDO, CUBA

Escritor cubano residente en Rep. Dominicana

Escritor cubano residente en Rep. Dominicana

Durante diez años, Iliada Ediciones ha buscado lograr lo que el mi(ni)sterio de Cultura cubano ha intentado destruir: la polifónica reunión de todas las orillas desde la literatura.

Me consta el amor de mi hermano Amir Valle por los proyectos irrealizables (como aquel que cortó la miseria ideológica, cuando intentó publicar a muchos autores, aquel sueño junto a Patricia Menoyo). Este, sin embargo, ha sido un sueño hecho realidad. Necesitó el exilio, la libertad, la traición, la soledad, el refugio en Dios para conseguirlo. Y aquí está, diez años después, contra viento y marea, contra las tempestades que dieron contra la casa que no cayó porque está fundada sobre la Roca. 235 títulos y 197 autores.
Soy el autor más privilegiado de la editorial Ilíada. He publicado una novela, dos libros de cuentos y cuatro ensayos teológicos que jamás en Cuba hubieran aparecido (Sorpresa, viene otro en camino). Soy muy feliz con estos libros, que significaron infinitas horas robadas a otras cosas, ante el sacerdocio de las letras, pero aún más bendecido por contar con la amistad de Amir Valle y Berta Medina, su compañera de vida. Que uno de los escritores más talentosos de mi generación, del que espero la mejor novela jamás escrita por uno de nosotros, sin duda el más controversial (él no, su obra; él es un alma de Dios) y, valga la pena decirlo, el más popular, autor del bestseller subterráneo más importante de la literatura cubana, que Amir Valle (a quien a veces llamo Emil Villa, pregúntenle a él por qué) sea mi editor, y que haya apostado por publicar mis ensayos teológicos (mis tributos al que me salvó) en el momento en que mi vida se había hecho mil pedazos que Dios comenzaba a reunir, hace que mi deuda de gratitud sea infinita. Gracias, bróder.
No estaré con los que te abracen hoy en Berlín. Que en sus abrazos esté el mío multiplicado. Larga vida a Iliada Ediciones. Luz a cada nuevo proyecto. Lo mejor, la vida eterna, ya es un regalo que te dio nuestro Salvador.

–***–

JOHAN RAMÍREZ, VENEZUELA

Escritor venezolano

Escritor venezolano

Felicidades a Ilíada Ediciones que celebra su décimo aniversario. Y un agradecimiento infinito por creer en la literatura honesta que hago. Gracias a esta casa han sido editados mis primeros dos libros, después de muchos años escribiendo, a veces con más o menos tino, en la más absoluta soledad, con terquedad, sin mirar el tiempo que se iba. La fe que Amir Valle  y Berta Medina han tenido en mi trabajo ha sido un impulso definitivo para seguir escribiendo, incansable, con más convicción, en las muchas historias que todavía quedan por contar. ¡Qué sigan los títulos y que sigan los aniversarios!

–***–

MILADIS HERNÁNDEZ ACOSTA, CUBA

Escritora cubana residente en Brasil

Escritora cubana residente en Brasil

Honrar, honra. Es lo que cabe.

10 años de existencia de una editorial es para celebrarlo.
Parece que fue ayer. Pero ese ayer se convierte en presente constante. Brasa viva en un mundo donde apenas las editoriales prevalecen o sobreviven.
Tres títulos , por suerte, he publicado en el sello Iliada Ediciones con sede en Berlín.
Por orden de publicación : Bosque de Tarnow.
Luego una coedición entre Iliada Ediciones y la Editorial Primigenios, allá, como yo digo, en el Miami. Al cielo dividido. Y, finalmente Classic Subversive.
Estos tres tigresitos están editado por Amir Valle y Berta Medina . Gente buena. Serios y muy trabajadores.. Gente dignas.
X acá va mi agradecimiento, deseos de expresar mi satisfacción con el trabajo de edición, composición, diseño y todo el trabajo que va x delante. Además de envíos hasta el Brasil, lo cual ya es mucho pedir…
Me enorgullece ser parte de la Colección Marejadas, de esta familia y casa editorial. Casa a la que deseo siempre regresar..
Que Iliada Ediciones siga creando, pariendo y produciendo con muy buena salud y bendiciones muchas.

–***–

RAFAEL VILCHES PROENZA, CUBA

Escritor cubano residente en España

Escritor cubano residente en España

A pesar de no haber comenzado a publicar en la misma época, la vida se encargó de reunirnos y unirnos por ser de una misma generación a Angel Santiesteban-Prats, Jorge Angel Pérez, Alberto Garrido Rodríguez, Marcial Gala, Otilio Carvajal, Nelton Pérez Martínez, Mariela Varona Roque, René Fuentes, Delis Gamboa, Ghabriel Pérez de Holguín, Edgardo Hinginio y Amir Valle, todos narradores de primera línea.

Hoy vengo a celebrar al amigo, al escritor, promotor cultural, al politólogo, a ese ser que nos mostró el camino y nos enseñó a disentir, a oponernos a los caprichos y abusos de una dictadura, la cubana, él como Guillermo Vidal, padre literario y amigo de muchos, no se ha cansado de repetir en todos los escenarios: El día que nos dividan nos joden.
Amir Valle Ojeda es para muchos de nosotros un adelantado, alguien que vio la luz y no se quedó con ella, la mostró y la compartió.
La editorial Iliada Ediciones este 15 de mayo estará cumpliendo 10 años de ir de su mano y de la bondad de Berta Medina, es un acontecimiento para celebrar juntos a nivel mundial.
Tengo la dicha de haber publicado una de mis novelas ahí, que fuera por mucho tiempo el libro más vendido de la editorial y fue “una fiesta innombrable“ gozar de esa dicha y privilegio cuando en Cuba estaba prohibido y silenciado y me cerraron todas las puertas y dejé de ser un escritor nacional.
Amir y Berta, no pudieron regresar a la isla porque la dictadura se los prohibió y tuvieron que rehacerse desde cero, primero en Madrid y luego en Berlín, han fundado una editorial para dar voz a la literatura, con autores de lujo, reconocidos y famosos, con autores jóvenes, desconocidos, donde ha primado desde el primer volumen la calidad literaria y esa otra que es la humana, una editorial que hay que reconocer y rememorar cada día por su dignidad, una editorial de clase.
Hay que alzar el corazón para con ellos dos y con todos los autores de su catálogo, hacer de este día un festejo universal.
Gracias Ilíada Ediciones, enhorabuena por muchos años, por todos los años del porvenir.
Ana Rosa y yo, les abrazamos desde el corazón.

–***–

ULISES LAERTÍADA, MÉXICO

Escritor mexicano

Escritor mexicano

Me uno a los festejos de Iliada Ediciones por su primera década de recorrido en el mundo editorial. Tengo la dicha de ser parte de ese catálogo, donde es verdad que se ha priorizado la excelencia de sus obras y la de sus ejecutantes. Nunca olvidaré la receptividad, consejo y atenta lectura del director Amir Valle, excelente autor y periodista de primera plana, cuando hizo posible mi sueño de publicarme: primero en diciembre de 2020 mi novela «La pluma de la libertad» y recientemente, en diciembre de 2024, mi relato «La Cuadrilla del Fénix».

Ilíada Ediciones es para mí la primer puerta abierta a mis libros y eso es digno de agradecerse. Por más editoriales como la suya, que siempre vela por la buena literatura y los grandes lectores de aquí y allá.
¡Enhorabuena por esos diez años y por más! ¡Saludos desde Guadalajara hasta Berlín!

–***–

ISMAEL SAMBRA, CUBA

Escritor cubano residente en Canadá

Escritor cubano residente en Canadá

LOS 10 PRIMEROS años de su existencia. Iliada Ediciones. Todo un acontecimiento cultural que agradecemos los escritores de libros exiliados y desterrados. He tenido el privilegio de publicar 5 libros con esta editorial, libros que jamás hubiera podido publicar en Cuba donde fui marginado y censurado, donde ya sabemos que no hay libertad para la creación ni para nada, que la libre expresión cuesta la cárcel: Quemaron mi libro para niños Remolino de luz…, después de impreso por la Editorial Oriente, listo para la distribución. Prefirieron perder todo antes que cumplir con el contrato cuando me llevaron a prisión. Además borraron mis programas de televisión y los que tenían mi crédito, incluso una serie para niños, Piratas en Santiago, donde trabajaba como actor y asesor dramático sobre un libreto de Esther Garcia y la dirección de Amado Cabezas Sanz, que ya había sido promocionado para la programación de verano de la TV nacional, y que pude ver los avances en el televisor de la prisión Moscú, porque los otros presos me reconocieron y me llamaron. Tengo también el privilegio de contar con la sincera amistad de Amir Valle, fundador y editor de Ilíada. Aquí va mi agradecimiento y mis deseos de más éxitos y larga vida en estas celebraciones por su 10mo aniversario.

–***–

ALBERTO RODRÍGUEZ LÓPEZ, CUBA

Escritor cubano

Escritor cubano

Hoy día 15 cumple un aniversario más Iliada Ediciones. Debe ser, para ese equipo, el festejo de una quinceañera en su esplendor más feliz y derrochador de belleza y energía. Pero el baile aquí, es con el compromiso con la literatura, música de letras, acordes a golpes de sudor y trabajo: buenas historias, poesía, ensayo, y todo lo que nazca, a veces con tanto dolor, del corazón y la sensibilidad humana.

De sus orígenes mineros en una tierra que solo conozco por referencias y la historia que describe el señor Amir Valle, ha hecho —ruego porque continúe— otro tipo de trabajo más profundo en las entrañas de la tierra, para extraer de las vetas el fuego creativo y constante. Ese mineral que luego ha transformado en libros bien editados y con portadas de una belleza conmovedora, que son otra forma de narrar lo que dentro de ellos subyace en los más disímiles resplandores. Hasta el carbón tiene su oportunidad, que también se convierte en diamante.
Como soy un Caballo de Mina (uno de los tantos conogones), que he vivido en la oscuridad arrastrando los pesados carros del carbón de verdad, el sucio y terrible carbón de la extenuación, ¡agradezco! A Iliada Ediciones y al señor Amir Valle (un escritor que le sobra talento para entender a otros sin envidia y esos temores que invaden a los mediocres) que le haya dado luz a este Caballo de Mina. Lo haya sacado de las galeras y le haya mostrado, al fin, la luz, el sabor del viento, la pálida luz del amanecer y la dicha de poder otear el horizonte antes de envejecer.
Felicitaciones a Iliada Ediciones por sus años. Es un honor para mí, formar parte de este catálogo. Iliada Ediciones me dio una oportunidad y espero poder publicar mis dos novelas con ese fantástico equipo, no hay nada más inspirador. ¡FELICIDADES POR SU OBRA Y A SUS TALENTOS SILENCIOSOS!!!!!! A veces, los mejores talentos, son silenciosos.
Gracias a Iliada Ediciones. Agradecido.

–***–

DAVID MARTÍNEZ BALSA, CUBA

Escritor cubano

Escritor cubano

Orgulloso y feliz de pertenecer al catálogo de Iliada Ediciones, una editorial en la que Amir Valle y su equipo batallan a diario por alcanzar la excelencia y ofrecer buena literatura al público lector.

¡Feliz cumpleaños número 10 a la editorial!

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JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ CORONEL, CUBA

Escritor cubano

Escritor cubano

Ilíada Ediciones cumple 10 años de existencia.

Diez años de perseverancia en la memoria escrita en varios países. Varias colecciones en su sello editorial sustancian un sendero de la palabra que, además del agradecimiento de los autores, constituye invitación a que otros presenten sus obras. Muchas felicidades. Muy agradecido por la publicación de dos de mis libros y por tantos libros que son ya testimonios en el espejo del Arte.
Gracias a ti, Amir, y al familiar equipo de Ilíada Ediciones por nuestros libros publicados, puente a lectores en tantos lugares donde la pasión de leer es un gozo intelectual y espiritual.
¡Gracias!

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MARCO TULIO AGUILERA GARRAMUÑO, COLOMBIA

Escritor colombiano

Escritor colombiano

Editorial Iliada Ediciones con sede en Berlín, celebra 10 años. H publicado cientos de libros en español.entre ellos seis de mi autoría. Al frente el gran escritor cubano Amir Valle.

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MANUEL GONZÁLEZ BUSTO, CUBA

Escritor cubano

Escritor cubano

Me siento muy contento con la existencia de Ilíada Ediciones. Llegó a mi vida como un regalo de Dios y gracias al cariño y a la comprensión de su director, el destacado y prolífero narrador cubano Amir Valle, que sin dudarlo ni un segundo me abrió sus puertas, pude publicar los dos libros que más recientemente he escrito: Silencios Náufragos y Cerezas en el cielo, este último acabadito de salir del horno ( Mayo del 2025). Amir es también un excelente ser humano que sabe valorar con certeza y precisión la calidad de un libro. Cuando le envié Silencios Náufragos sabía de su excelente dominio técnico e ideoestético en cuestiones de creación literaria. Sabía también de su fama y prestigio como narrador. Así que esperé con mucha incertidumbre. Recuerdo aún sus palabras : Ya sabía de ti y le dije a mi equipo: prepárense a leer… No obstante, sobrepasaste mis expectativas. Silencios náufragos es un libro excelente, inusual, sui géneris dentro del concierto de voces líricas que hay en la isla. Eres un escritorazo, un maestrazo…Y si me permites lo vamos a publicar… Solo me resta decir: Gracias, Amir, muchas gracias, no hay cómo agradecerte esa luz encendida , siempre abierta… siempre luna… Bendiciones…

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ENMANUEL CASTELLS CARRIÓN, CUBA

Escritor cubano residente en España

Escritor cubano residente en España

Feliz década produciendo bienestar de toda índole a los lectores. Me honra ser parte de esa nómina, de esos «cientos de libros» bajo el sello Ilíada Ediciones. Felicidades Amir Valle , hermano ancestral.

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MANUEL VÁZQUEZ PORTAL, CUBA

Escritor cubano residente en Estados Unidos

Escritor cubano residente en Estados Unidos

Me enorgullece que Iliada haya publicado varios de mi libro. Amir ha convertido esa editorial en un sueño y una esperanza.

–***–

LÍDICE MEGLA, CUBA

Escritora cubana residente en Canadá

Escritora cubana residente en Canadá

Queridos de Ilíada, les llegue mi abrazo con mis parabienes en esta fecha en que tienen tanto que celebrar! Los que nos sentimos recibidos y honrados de estar en el catálogo de Ilíada, “salute you”!/ les saludamos con admiración y cariño. Deseándoles muchos éxitos más. Lídice.



ALGUNOS MENSAJES BREVES DE NUESTROS AUTORES

EN LOS CHATS EN INTERNET

MAYDA ANIAS, CUBA (DESDE ESPAÑA)

Enhorabuena, Amir Valle. Un abrazo fuerte. Y gracias por un trabajo altruista, de muy alta calidad y sostenido en el tiempo.

 

ALEJANDRO AGUILAR, CUBA ( DESDE REPÚBLICA DOMINICANA)

Felices 15 para Amir e Ilíada, por su tan valioso trabajo de defensa y difusión de la literatura!!! Gracias siempre!!!

 

MILIA GAYOSO-MANZUR, PARAGUAY

Maravilloso!!! Feliz aniversario, Iliada Ediciones!! Agradecida por formar parte de su catálogo en estos 10 años de vida. ¡¡Muchas gracias, Amir Valle!!

 

EUGENIO LÁZARO NEGRETE TORRES, CUBA (DESDE ECUADOR)

Éxitos y bendiciones abundantes.

 

JORGE GUASP, ARGENTINA

Felicidades Iliada Ediciones y Amir Valle . Y gracias por incluirnos en el catálogo.

 

CARLOS VÁZQUEZ-ZAWADSKI, COLOMBIA

Felicitaciones, apreciado Amir. Un abrazo y éxitos permanentes

 

GUSTAVO FORERO, COLOMBIA

Felicitaciones a Ilíada y a Amir Valle en sus quince años. Un honor hacer parte de la nómina.

 

MARCOS IBAÑEZ (PARAGUAY)

La Sociedad de Escritores del Paraguay, SEP, expresa sus felicitaciones.

 

JUAN CALDERÓN MATADOR, ESPAÑA

Enhorabuena. Es un honor el contarme entre vuestros autores.

 

ANISLEY MIRAS LLADOZA, CUBA

Más que feliz de formar parte de ese catálogo de autores!!!!!! Gracias a Amir Valle… Larga vida a Ilíada!!!!!

 

ROBERTO ESTRADA BOURGEOIS, CUBA

Muy feliz de estar en la Ilíada de Amir

 

ALFREDO ANTONIO FERNÁNDEZ, CUBA (DESDE HOUSTON, ESTADOS UNIDOS)

Feliz Decimo Aniversario de Iliada Ediciones. Aunque lejos, estare con ustedes en alma, mas adelante en el veraano, en persona. Felidades para Amir y que sigan los aniversarios!

 

ASLEY L. MÁRMOL, CUBA (DESDE ESTADOS UNIDOS)

Toda una década de buena literatura. Felicitaciones Amir Valle y Berta Medina por el magnífico trabajo. Muy honrado de pertenecer a la colección.

 

ARIEL MACEO TELLEZ, CUBA (DESDE ALEMANIA)
Muchas felicidades a Iliada Ediciones por su décimo aniversario de creada. Y agradecido con la editorial y con Amir Valle por incluirme en su catálogo. Si están por Berlin pasen por el salón Berlines, habrá buena literatura en la casa.