Mi deseo es algún día poder escribir poesía


FERNANDO LÓPEZ (Argentina, 1948). Escritor, columnista, abogado. Organiza el Encuentro Internacional de Literatura Negra y policial CÓRDOBA MATA (2014/19). Ha publicado 18 libros, entre otros, la saga de novelas Philip Lecoq, el detective de los pobres. Entre sus premios destacan el Latinoamericano de Narrativa Universidad de Colima, México, a la novela El mejor enemigo (1984); Casa de las Américas, Cuba, a la novela Arde aún sobre los años (1985); primer finalista premio Planeta Argentina con la novela Odisea del cangrejo (2005); finalista en el concurso Novelas de Película del BAN! con la novela Un corazón en la planta del pie (2015). Varios de sus cuentos han sido publicados en antologías, diarios, revistas y suplementos de Argentina, Chile, Cuba, México, España, Suecia, EE.UU e Israel.

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Si tuviera que presentar su novela Con la sombra del agua a un hipotético lector, ¿qué le diría?

Es una novela agradable, condimentada con persecuciones, situaciones eróticas y mucho humor. Si se quiere, es una ficción descabellada, una historia que solo puede suceder en una novela. Le garantizo que se va a divertir y se quedará con ganas de acompañar a sus personajes en otras aventuras.

 

Una novela negra que acude a personajes reales y famosos internacionalmente suena, no obstante, demasiado a irrealidad. ¿Hasta qué punto llegan ficción y realidad en torno a los personajes históricos que aparecen en esta novela?

Cada lector que elige un libro sabe lo que quiere leer. En este caso estará eligiendo una novela. Varias veces trabajé con personajes reales haciéndoles jugar situaciones ficticias, como si fueran actores. Por ejemplo Juan y Eva Perón, Hipólito Yrigoyen, Gardel, Borges. Al ingresar en la ficción se convierten en personajes que viven situaciones comunes a cualquier mortal. Sueños, deseos, conflictos personales. En cada caso investigo con rigor los papeles que jugaron en la Historia y las posibilidades de que “acepten” actuar en la trama propuesta. En Con la sombra del agua el Edén Hotel de la localidad de La Falda existía en 1925, sus propietarios contribuyeron financieramente para el ascenso de Hitler y aunque ya no funciona como tal, su estructura está en pie. En 1925 Einstein pasó por ese hotel en ocasión de ser invitado a un congreso mundial de físicos por la Universidad Nacional de Córdoba. El escritor Roberto Arlt vivía en Cosquín, muy cerca de La Falda, donde se trasladó por razones de salud de su esposa y es posible que haya asistido a las fiestas del Edén. Saint Exupery recorría los cielos contratado por el Correo argentino para encontrar sobre los Andes la vía más directa entre Buenos Aires y Santiago de Chile. Se dice que la historia de El principito se le ocurrió al tener un accidente aéreo en la ribera del Paraná y ser socorrido por dos niños que vivían cerca. En la meseta patagónica hay un risco que tiene la forma exacta de la boa que engulle al elefante, por tanto, si bien es descabellado, es posible imaginar a los personajes que huyen de los nazis perderse en la niebla y terminar su viaje contemplando maravillados las paredes de hielo del glaciar más famoso del mundo.

 

¿Por qué novela negra y no, por ejemplo, novela histórica?

Las distinciones entre los géneros son editoriales y académicas. Esta novela contiene muchos datos históricos relacionados con la época y el lugar donde supuestamente suceden los hechos, hay una intriga internacional adecuada a la época entre guerras y plantea una lucha ideológica que todavía subsiste. Pero no es una novela histórica. Ni una crónica. Ni un ensayo. Es pura ficción. Por eso se titula Con la sombra del agua: “Claro que no es una historia oficial, como exige la Academia: no hay pruebas que la autentiquen, porque esa historia no ha sido escrita con tinta sino con agua. Ni siquiera: ha sido escrita con la sombra del agua, si cabe la comparación” nos dice el narrador.

 

Argentina es uno de los países con más poderosa novela negra en todo el territorio de la lengua castellana. Más allá de lo comercial que pueda resultar esa modalidad novelística, ¿a qué crees que se deba ese auge?

Uf, a muchas razones. Todos los años nos reunimos en esta ciudad mediterránea a discutir el tema, con escritores y académicos de varios países, en el “Encuentro Internacional de Literatura Negra y Policial CÓRDOBA MATA”. Hemos descubierto muchas novedades: se ha modificado el criterio de la antigüedad real del género en Argentina, las distintas posturas académicas, y siempre nos sorprende la generosidad de un género que acepta la intriga, la aventura, el fantasy, el terror y la ciencia ficción. Argentina padece como en el resto del mundo la decadencia de los valores tradicionales, el vaciamiento de los recursos naturales a sangre y fuego y el ecocidio definitivo de un planeta que difícilmente recupere su esplendor. Además nuestro país tiene una historia política muy violenta desde que llegaron los españoles a descubrirla en el siglo XVI.

 

¿Qué ha cambiado entre aquel joven Fernando López que ganó el Premio Casa de las Américas, de Cuba, con Arde aún sobre los años y el actual Fernando López?

Jeje, han pasado 35 años en los que todo lo bueno, leído y saboreado, me permitió estar cada vez más cerca de aprender a escribir.

 

¿Cuentista o novelista? Y lo pregunto porque en alguna entrevista has manifestado cierta preferencia por el cuento, aunque se te conoce mayormente como novelista.

Tengo varias novelas escritas y muchos cuentos, muchos, ya perdí la cuenta. Tengo tres libros de relatos breves, cuentos publicados en varios países y en este año 2020 apareció una selección de una docena titulada Lo implacable por la editorial Gogol de Mar del Plata. Mi deseo es algún día poder escribir poesía.

 

Una pregunta que podría hacerte algún lector, ¿puede un cordobés llamarse Philip Lecoq y ser detective? Háblale al lector de ese personaje de varias de tus novelas.

Felipe Gallo es un ladronzuelo de 21 años que conoce en una celda a quien será su compañera de la vida, una prostituta de 15 detenida por ejercer su oficio en la calle. Se enamoran, deciden vivir juntos y dejar de ser lo que son. Como él no tiene estudios ni habilidades para nada, decide “ser detective”. ¿Qué es un detective? le pregunta Jesica. Y, es alguien que ayuda a la gente. ¡Qué lindo! En ese momento la Jesi está arreglando una silla con un destronillador phillips. Con tu nombre no vas a conseguir muchos clientes. Te vas a llamar Philip. Como no lo sabe, le pregunta a su tío cómo se dice Gallo en francés. Lecoq, como las zapatillas, le responde el tío. Como son muy pobres acondicionan un garage para oficina en la casa del tío e instalan un cartel de madera apolillada con el lema Philip Lecoq, detective. Son historias muy divertidas y los personajes del coro griego son todos viejos ladrones de bancos de los años 70, que luego de cumplir sus condenas crean una cooperativa de trabajo para salvar a sus hijos y nietos del delito. Todos viven en un barrio muy pobre y Philip se dedica a arreglar sus entuertos.

 

¿Qué escribe Fernando López actualmente? 

La pandemia me alentó a retomar un viejo proyecto cuyo final sigue incierto, a pesar de que ya se ha transformado por lo menos cuatro veces. Creo que le faltan por lo menos un par de re-escrituras para que se asiente y germine. Es una novela negra apocalíptica con un romance que revive después de 50 años. Raro, ¿no? El título provisorio es Historia de un Don Juan rodeado de farsantes. Ojalá prospere.